
«Oscar «Cucho» Granados es un carnavalero de raza. Cupletero, humorista, letrista, paseó su humor por varias categorías y varios conjuntos, y los tablados y los carnavales fueron transitando entre anécdotas e historias que comparte en cada rueda y en cada charla, para el recuerdo, la risa y el reconocimiento.
Al pedirle una historia de carnavaleros, no dudó ni un segundo y comenzó a contar ésta, del diablo de Piedras Blancas.»
Estábamos actuando con Los Humoristas del Betún en el Club Piedras Blancas, en el año 1975, y en la actuación había una situación en la que salía un compañero vestido de diablo.
En determinado momento tirábamos talco y hacíamos explotar una bomba brasilera, y al personaje se le preguntaba:
¿Qué hace usted así vestido, sin documento ninguno?
¿Usted es el diablo? (y él contestaba)
No. Yo soy hincha de Neptuno
Y entonces empezaba a bailar. Pero una chispita de la bomba brasilera le rompió las can-can rojas, y le quedaron (baja la voz, susurrando) los genitales al aire.
Él bailaba y el público cada vez más se le reía, y el hombre pensó que estaba mantando de la risa con su actuación.
Hasta que vino el compañero que hacía la locución, me avisó, y yo le avisé al personaje. él se fue para atrás de la escenografía con todo lo que había pasado.
Cuando llega el momento de la despedida no salió al escenario y la gente gritaba…
¡Que salga el diablo! ¡Que salga el diablo!