
«Alejandro “Aco” Rubbo y Gabriel Nieto, pilares en el programa Tablados de Barrio del Museo del Carnaval, nos contaron varias anécdotas que tienen que ver con la presencia de los vecinos en la preparación de los tablados y cómo a través de los propios tablados se identificaron, contaron historia y hechos relevantes del barrio.»
En la década del ‘30 funcionaban en Montevideo entre 300 y 400 tablados de barrio. Las comisiones formadas por los vecinos organizaban su funcionamiento durante el carnaval y los preparaban para participar en el concurso municipal. Para esto los adornaban con escenografías impactantes creadas por los propios vecinos. Los años y los cambios sociales fueron cambiando las costumbres en general de los montevideanos, y el carnaval y los tablados también formaron parte del cambio, como reflejo, registro y consecuencia de aquello.
En estos últimos años, el programa Tablado de Barrio del Museo del Carnaval busca recuperar tanto la decoración de los tablados como la participación, el involucramiento y la identificación de los vecinos con el tablado de su barrio.
En el tablado de Colón los vecinos hicieron una reivindicación del Hospital Saint Bois. El tema era que lo iban a tirar, iban a hacer otra cosa, y hoy es un puntal entre otras cosas por el Hospital de Ojos. La movilización y la defensa de los vecinos lograron que ese Hospital funcionara. Contaban que estaban las máquinas para tirar todo en el lugar, y ellos hicieron una cadena humana, todos de las manos y lograron que eso cambiara.
Los vecinos pusieron el tema y esa conquista sobre la mesa y sobre el tablado. A partir de ahí había que solucionar, cómo representar eso en el escenario. Se hicieron trabajos con talleres previos de sensibilización y de iluminación se trabajó con la fachada del Hospital, deconstruida y vuelta a construir de manera que se leía que era esa fachada, pero con los diferentes planos y se tomó la estética de Torres García, porque en el hospital había muchos murales del taller de Torres García. Relacionaron la fachada del Hospital con ese estilo, y en el medio aparecían figuras humanas como trabajadores y usuarios de la salud. Se hicieron diferentes elementos en el plano y después adelante aparecían ellos mismos, hombres, mujeres, niños, tomados de la mano que estaban sosteniendo eso emblemático para ello como el Hospital Saint Bois.
No querían hablar solamente del Hospital de Ojos, porque después que empezó funcionar y aunque uno hoy lo ve fundamentalmente como el Hospital de Ojos, ellos mismos son usuarios y allí hay muchísimas otras cosas como equinoterapia, y atención para muchas otras situaciones. Entonces por su forma de verlo el Hospital de Ojos aparecía como un elemento más dentro de todo lo que hacía el Hospital.
Otra anécdota refería al planteo de reivindicaciones a través de los tablados.
Vecinos del barrio Flor de Maroñas pusieron sobre el tablado, con su escenografía y el humor, el reclamo por una línea de ómnibus que no pasaba con regularidad por el barrio. Los elementos eran el propio ómnibus, completo, repleto de gente por la mala frecuencia, identificado con su número de línea y con el nombre de la compañía apenas cambiado, y por otro lado en la parada del ómnibus dos esqueletos esperando.
Los comentarios sobre el tablado y sobre esa situación llegaron a la propia empresa, cuyos directivos visitaron el tablado y se logró regularizar esa situación. Según los vecinos, como nos decían Aco y Gabriel, lograron esa conquista plasmándola en un lugar común, de integración y de reunión de todo el barrio, por el camino históricamente carnavalero.